Nunca trates de arrancarlas directamente, porque así solo conseguirás eliminar la primera capa de tu uña natural, dejándolas muy frágiles. En el caso de las uñas de gel te costará mucho más eliminarlas con acetona u otro disolvente.
Primero corta y corta la uña postiza, igualando su largura con tu uña natural. Luego sigue los mismos pasos que te he explicado para remover el esmalte semipermante. Aquí no te queda otra que usar una lima más abrasiva, teniendo mucho cuidado a medida que vayas quitando capas de gel para no tocar y dañar tu uña natural.
¿Qué es lo recomendable? Los expertos aconsejan no quitarlas y limitarnos a limar el largo de la uña.
¿Y qué haces con el escalón? Buena pregunta, porque lo de antes muerta que sencilla también lo aplicamos a nuestras manos, y todas sabemos lo feo que queda ese desnivel a medida que nuestra uña crece. Puedes limar también ese escalón que queda entre la uña de gel y la uña natural, rebajar esa altura y pintar con cualquier esmalte de uñas normal, mejor si es un tono oscuro o con brillo.